Amiga parásita

Últimamente ando mas de roces que de risas, no me juzguen ¿eh? No es que me estoy amargando con la edad, simplemente ando enredada, entre el trabajo, el estudio, el marido, las hijas, la casa y el perro.

Me da pena decirlo gente, pero he descuidado en gran manera a mis amigas, igual, no es que sea una amiga de las mejores, no es que se pierdan mucho , al menos no segun el sentido popular. Creo que me describiría como una amiga parásita (termino patentado), y no creo que haya una forma de emitir ese concepto en una forma amable, pero lo intentaré. 

Cuando  conozco a alguien  generalmente me le acerco y le aprendo cosas, los observo y escucho con atención;   lo que piensan y por qué, sus pasados, sus errores, sus deseos y pensamientos, todo me da curiosidad en la gente, y con un poco de miedo me atrevo a confesar que me encantaría ser un duende diminuto y escavar en las mentes (por favor no llamen al psiquiatra que todo es en buen sentido). Creo que las largas conversaciones en las que uno logra relajarse y expresarse al cien por ciento con las amigas,  nos hacen absorber (o chupar cual sanguijuela)  sus vivencias y aprendizajes, pero mas importante aun es que la forma en que analizamos las otra vidas, nos dice mucho de nosotros mismos, de nuestras mentes, de la forma en que juzgamos o no, lo que hacen, viven y cuentan los demás. Y escuchamos y aprendemos, y analizamos y opinamos, y mas aprendemos, y ese mutuo y continuo aprendizaje nos enriquece a ambas como seres humanos, esa es la luna de miel de la amistad.

Sé que nunca se deja de aprender de las personas, y que todos, absolutamente todos, tienen lecciones que entregarnos, pero con el tiempo la luna de miel pasa, nunca dejo de amar a mis amigas, pero luego de unos años es justo cambiar de etapa, escuchar otras historias, cambiar, evolucionar, crecer, y según yo compartir lo aprendido, y aprender mas de otras personas. 

Las amigas siempre estarán, al menos mientras tengan vida, porque el lazo que nos une es inquebrantable, o al menos yo estaré siempre para ellas, siempre sabré que tengo gente en la que puedo confiar a quien puedo darle la espalda confiadamente, y ellas sabrán que siempre tienen a esta loca amiga parásita que aunque suele mantenerse oculta, no tienen mas que llamar para contar con ella, y que esporádicamente aparecerá como un breve torbellino, a hacerlas sonreír y chuparles un poquito de sabiduría.